Cada vez más gente se inclina por hacer compostaje

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En tiempos de cuarentena, son cada vez más los hogares que practican el compostaje para reducir a la mitad los residuos domiciliarios, y elaborar con restos orgánicos una fuente de nutrientes para sus cultivos.

La alternativa de hacer compostaje domiciliario crece día a día en los hogares de San Martín de los Andes. En medio del estado de cuarentena para combatir la pandemia del Covid-19, muchas familias comenzaron a optar por reducir a la mitad los residuos domiciliarios, no sólo para promover un ambiente más sano, sino también para aprovechar los residuos en sus huertas domiciliarias.

Es que la situación actual, centrada en combatir la pandemia y mantener la cuarentena, se convirtió en una oportunidad para llevar adelante todo tipo de iniciativas en el hogar, entre ellas, la de armar huertas y compost para plantas y cultivos. Se trata de una oportunidad que va más allá de lo lúdico, donde se pone de manifiesto la importancia de una economía sustentable, donde se tiene la oportunidad de cultivar nuestras propias frutas y verduras, con calidad y con ahorro económico.

Pero también, el armado de la huerta domiciliaria va de la mano de la elaboración de compostaje, una materia prima indispensable para la propia huerta. “A partir de ahí se desprende un aspecto de suma importancia, ya que con el compostaje podemos reducir al 50% los residuos domiciliarios urbanos”, explicó Chantal Edelberd, Subsecretaria de de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (GIRSU), dependiente de la Secretaría de Obras y Servicios Públicos..

Para poner en funcionamiento una huerta domiciliaria, el compostaje marca la diferencia, según explica Edelberg. “Aproximadamente el 50% del peso de la bolsa de basura que generamos en casa, corresponde a restos orgánicos; por eso, si separamos los residuos y aprovechamos los orgánicos, como la yerba y cáscaras de frutas y verduras, podemos hacer compostaje y reducir la basura que descartamos”, senaló.

El proceso de compostaje transforma los restos orgánicos -yerba, cáscaras de frutas y verduras por ejemplo- en tierra negra con una alta cantidad de nutrientes que sirven de alimento, en este caso, para las plantas de las huertas. Además, de esta manera no se depende tanto de los fertilizantes químicos y abonos comerciales.

De esta manera, recuperación, reciclaje y compostaje son el camino a recorrer para garantizar una mejor calidad de vida. Podemos reducir el volumen de basura que desechamos, primero separando los reciclables -Cartón, vidrio, latas de aluminio, hojalata (de atún, arvejas, tomate, etc), papel limpio, papel impreso, nylon y plásticos; secos y limpio- y por otro, aprovechar los residuos oránicos -como yerba, cáscaras de huevos, frutas y verduras- para hacer compostaje.