Ana María Barreiro, vecina de nuestra ciudad, modista, y parte del grupo de riesgo que debe quedarse de manera total en su domicilio a raíz de la pandemia de coronavirus que mantiene al mundo aislado socialmente, no pudo detener su impulso solidario y comenzó a coser para cuidar a sus seres queridos.
Primero hizo barbijos para sus vínculos más cercanos y se los tiraba por el balcón cuando pasaban a buscarlos. Pero fue por más. Se contactó con la concejal María Laura Da Pieve y le expresó: “Tengo tela, quiero colaborar con los trabajadores”.
Da Pieve relata que “en un solo día, Ana hizo decenas de barbijos que pudimos entregar a Desarrollo Social gracias a Adrián Montiel, odontólogo, que en la misma tarde también me escribió para donar máscaras que había fabricado con su impresora 3D”.
“Como la solidaridad se junta con más solidaridades con el firme propósito de quedarnos en casa y cuidarnos, le pedí a Adrián que pasara por los barbijos de Ana María y los alcanzara a Desarrollo”, relató la Edil: “En un ratito lo hizo y también le ofreció a la vecina, a través del Club de Leones, el elástico para continuar con la confección”.
La Concejal, puente en esta historia, también detalló que “la tela utilizada por Ana formaba parte de un remanente que la Secretaría de Cultura le había dado para hacer banderines, destacando que “la autorización para usarla para barbijos no se hizo esperar de parte de Gustavo Santos, titular del área, y del Intendente Carlos Saloniti”.
“En solo 20 minutos, con solidaridad y predisposición, pudimos concretar este gesto tan hermoso”, concluyó Da Pieve: “Gracias Ana María y gracias Adrián y en su nombre gracias a todos los que están anónimamente colaborando en estos momentos donde todos juntos saldremos adelante”.
